For English, click here. 

Cuando pasamos de los piojos y las bodas imaginarias, a los enamoramientos, los bailes de bienvenida y los novios/novias, ¿está listo para tener una conversación sobre consentimiento y lo que esto significa?

Esta conversación es el paso siguiente perfecto para las conversaciones sobre los límites corporales que tuvo con sus hijos desde que eran más pequeños. Al tener esta conversación importante, les da a sus hijos preadolescentes y adolescentes los recursos y las herramientas para entender qué es el consentimiento, cómo pedirlo y cómo darlo o negarse a darlo. Esta conversación puede darles la confianza que necesitan para pedir el consentimiento, o decir sí o no cuando no quieran dárselo a otra persona. También abre las vías de comunicación sobre el consentimiento y el sexo, y los alienta a hacerle cualquier pregunta que tengan.

Consentimiento:

(sustantivo): permiso para que algo suceda o acuerdo para realizar algo.

(verbo): dar permiso para que algo suceda.

¿Qué es el consentimiento?

    • un “sí” claro
    • un acuerdo voluntario y verbal
    • un proceso y una conversación
    • puede ser retirado en cualquier momento

 

¿Qué no es un consentimiento?

    • el coqueteo
    • la ropa provocativa
    • engañar o presionar a alguien para decir que sí
    • un sí bajo la influencia de las drogas o del alcohol

 

Conversación sobre el consentimiento con preadolescentes y adolescentes:

A cualquier edad es importante ayudar a sus hijos a entender sus límites personales y los de los demás. Una vez que lleguen a la adolescencia, las conversaciones sobre los límites personales y el consentimiento pueden ayudarlos a entender cómo comunicarse en las relaciones. Con ejemplos, puede ayudar a sus hijos adolescentes a superar posibles situaciones y a entender cómo pedir y dar consentimiento.

Hable sobre la presión: dígale a sus hijos adolescentes que nunca está bien que alguien los presione para realizar cualquier tipo de actividad sexual. De la misma manera, nunca está bien presionar a alguien para participar en algún tipo de actividad sexual. Reafirme la idea de que solo porque sus amigos estén experimentando, no significa que ellos tengan que hacerlo si no están listos.

Ejemplo: su hijo/a adolescente dice varias veces que “no”, pero la persona ignora sus órdenes verbales y sigue presionándolo/a. Hablen sobre algunas frases que pueden usar y cosas que pueden hacer en esa situación. “Me haces sentir incómodo/a. No quiero hacer esto, por favor detente”.

Hablen sobre el consentimiento verbal y no verbal: no siempre hay una conversación antes de los besos, los arrumacos o las caricias. Las personas se comunican de manera no verbal a través del lenguaje corporal. Sin embargo, la comunicación no verbal puede ocasionar malentendidos; dígales a sus hijos adolescentes que es mejor preguntar antes para asegurarse de que exista consentimiento entre ambas partes. Si las señales no verbales generan dudas, esto no es consentimiento.

Ejemplo: hable con sus hijos adolescentes sobre algunas maneras de consultar con su pareja. “¿Vamos demasiado rápido?”. “¿Te sientes bien con esto?”. Recuérdeles que presten atención a las señales no verbales: ¿Tu pareja se aparta? ¿Parece relajada?

Hablen sobre estar bajo la influencia de alguna sustancia: a medida que los adolescentes crecen, es posible que vayan a fiestas donde se consuman drogas o alcohol. Deben saber que para que el consentimiento sea legal, la persona debe estar sobria. Alguien que está intoxicado no puede dar su consentimiento.

Por ejemplo, “sé que algunos adolescentes tienen relaciones sexuales cuando beben y ambas partes parecen estar de acuerdo con la situación. Pero, en realidad, alguien que está bajo la influencia del alcohol no puede dar su consentimiento legal. Estar borracho/a no es una excusa que te liberará de tu responsabilidad; eres responsable de tus acciones, aunque estés bajo la influencia del alcohol.”

Dígales que podrían cambiar de opinión y está bien si así lo hacen: dígales a su hijos adolescentes que siempre pueden decir que no, incluso si al principio dijeron que sí. Tienen derecho a cambiar de opinión, al igual que su pareja. Alienten a sus hijos adolescentes a que siempre se pregunten a sí mismos o a su pareja: “¿Esto es algo que quiero hacer?”. “¿Me siento seguro?”. “¿Siento presión?”.

Ejemplo: hablen sobre algunas maneras en que pueden comunicarse si sus hijos adolescentes no se sienten seguros. ¿Hay una palabra clave que puedan escribir en un mensaje o decir en una llamada? Recuérdeles a sus hijos adolescentes que siempre estará allí para apoyarlos y procurar que se sientan seguros.

¡Empiece la conversación!

A medida que los niños crecen, tenemos que empezar a hablar con ellos sobre los límites corporales de nuevas maneras. El consentimiento puede ser una de estas conversaciones. Descarga la guía aquí.